En este sentido, la inminente relocalización de inversiones hacia México en el contexto del nearshoring plantea la necesidad de resaltar a los inversionistas extranjeros el correcto soporte fiscal que deben tener los fondeos de empresas en nuestro país.

Todo inversionista extranjero interesado en establecer su empresa en México debe rodearse de un equipo de profesionales (contadores y abogados) con experiencia en materia fiscal, financiera y corporativa, bilingües o políglotas y con buena reputación, que lo acompañen a iniciar su negocio sin tropiezos y contratiempos.

Además del uso de softwares, Bussines Intelligence, que les permita llevar un orden muy puntual de sus actividades financieras.